Salvador Dalí. Fotografía y delirio

De Salvador Dalí se ha escrito mucho y se ha dicho de todo, pero aún quedan aristas por explorar en su poliédrica personalidad. Este libro se ocupa de una de ellas: su relación con la fotografía. Al respecto podríamos decir que estamos frente al primer influencer de la historia, la persona que comprendió antes que nadie las posibilidades que le ofrecía la fotografía a la hora de promocionar su obra y su propio personaje.Y no dudó en aprovecharse de ellas, rodeándose desde muy pronto de multitud de fotógrafos, algunos de los cuales devinieron en amigos suyos. Así, por las páginas de este libro desfilan, entre otros, Man Ray, Philippe Halsman, Francesc Català-Roca, Brassäi, Joana Biarnés, Oriol Maspons, László Moholy-Nagy o Xavier Miserachs.

Miquel Manzano desmenuza en este volumen la relación de Dalí con la fotografía, desde el momento en que conoce su magia, a los cinco años, hasta su descubrimiento de la gran fotografía artística en el París bohemio de los años treinta, pasando por la etapa en que experimentó conceptualmente con ella para incluirla en su obra pictórica, y sin olvidar los textos que publicó teorizando sobre su relevancia. Dalí fue, pues, ese visionario que defendió sin ambages el arte fotográfico, contra la opinión mayoritaria de su tiempo —cuando se consideraba una disciplina menor—, y a través de ella ha logrado lo que siempre se propuso: seguir presente en nuestras vidas y en el panorama cultural.

Salvador Dalí (Figueres, Girona, 1904-1989) es uno de los artistas españoles más universales, tan conocido por sus inconfundibles obras, en las que despliega su poderoso universo simbólico, como por su personalidad exagerada. Nacido en un entorno burgués, su temprana afición por la pintura le llevó a estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. En la Residencia de Estudiantes entabló amistad con Lorca, Pepín Bello y otros admiradores del Surrealismo como Buñuel, con quien escribió el guion de Un perro andaluz en 1929. En París conoció a Picasso, Man Ray o Joan Miró, y se unió al grupo surrealista que lideraba el poeta André Breton, al tiempo que su trabajo alcanzaba reconocimiento internacional. Su posterior expulsión del movimiento, acusado de coquetear con los fascismos y de apoyar al catolicismo, le condujo a indagar en nuevos lenguajes pictóricos y a interesarse por los avances científicos y muy especialmente por la fotografía, disciplina cuyo poder supo anticipar y de la que, de hecho, se sirvió para dar a conocer su obra y para apuntalar su icónico personaje.

Miquel Manzano (Olot, Girona, 1977) ha compaginado su carrera profesional en el sector financiero con la literatura y la fotografía. Ha colaborado con distintas organizaciones y medios de comunicación, especialmente en publicaciones sobre economía, emprendimiento y viajes. Además de ensayo, ha escrito novela histórica y ficción juvenil. Está especialmente interesado en la relación entre la imagen, el arte y la escritura, y en analizar cómo varios artistas se han valido de la imagen para consolidar su trayectoria profesional. Apasionado por la figura de Dalí, lleva años investigando exhaustivamente sobre su vida y obra en todos los archivos y fondos existentes, con el fin de profundizar en la personalidad del enorme artista ampurdanés y en su estrecha relación con la imagen, y especialmente con la fotografía.