Marcos López

Marcos López participa de todas y cada una de las imágenes que toma y que construye desde hace más de treinta años, lo que le ha valido ser uno de los autores latinoamericanos más reconocidos del siglo XX y comienzos del XXI.

Nacido en Santa Fe (al norte de Buenos Aires), sorteó su destino para dedicarse a la fotografía, y abandonó sus estudios de ingeniería para marcharse a la capital en los años ochenta. Tuvo claro desde el principio que quería ser artista, que sus fotografías no debían estar al servicio de la publicidad, ni de la prensa, que debían estar en exposiciones y museos. En 1993 publicaron su primer libro: Retratos, donde se ven claramente los dos mundos de Marcos López: el exceso de Buenos Aires en los ochenta y el recato y los empapelados de flores de Santa Fe.

Un año después de la publicación de Retratos, Marcos dio un salto al color, transformándolo en un fuerte elemento ideológico, y consiguió una beca para estudiar cine en Cuba, donde se enfrentó a un interrogante que lo acompañará toda la vida: ¿de qué textura está hecho el continente latinoamericano y cómo relatar esa textura?

Marcos López dice de sí mismo que es "una mezcla entre Andy Warhol y Diego Rivera en una noche de amor regada por varios litros de tequila de mala calidad". Lo que es seguro es que ha logrado retratar las sutilezas y ambivalencias de su continente.