Sofía Moro
La sensible y comprometida obra de esta fotógrafa madrileña
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La sensible y comprometida obra de la fotógrafa madrileña se divide entre el fotoperiodismo, la fotografía documental y la fotografía editorial para distintos medios de comunicación como Matador, el País Semanal o Vanity Fair. Este libro contiene 64 fotografías en color y blanco y negro realizadas entre 1991 y 2011.
El libro reúne primeros trabajos de las series Cárcel de Carabanchel, centrada en la vida de las presas del centro madrileño; Ellos y nosotros, donde retrata a los veteranos de la Guerra Civil huidos y alistados en las Brigadas Internacionales; la impaciente serie de condenados al corredor de la muerte en Estados Unidos por delitos que no cometieron; Defensores, trabajo realizado para Amnisía Internacional sobre activistas defensores de los derechos humanos; fotos del rodaje de Visionarios de Manuel Gutiérrez Aragón; imágenes cotidianas realizadas en distintas ciudades, así como retratos a personalidades de actualidad como Miguel Poveda o Josep Borrell.
A Eduardo Momeñe le gusta la manera en la que Sofía Moro entiende la fotografía, esa idea del retrato en la que ves al ser humano reflejado, la cercanía de ese blanco y negro posado, también la belleza fotográfica de esos otros protagonistas en un paisaje cercado por ese formato (cuadrado) difícil y que, una vez resuelto, tanto nos dice. De vuelta al color, un documentalismo contextualizado por el texto, por las sombras de la historia: la dialéctica que hace hablar a las imágene, dos pares de zapatos, una mano con fotografías fotografiadas. Una mirada consciente.
Sofía Moro (Madrid, 1966) es fotógrafa documental y especialista en retrato editorial para medios de comunicación a partes iguales. Aunque licenciada en Biológicas, no tardó mucho tiempo en entregarse de lleno a la fotografía. En 1992 se gradúa en el Brooks Institute of Photography de California en la especialidad de Fotografía y Tecnología de Color. Es mismo año viaja a Guatemala para fotografiar un proyecto hospitalario para la ONG Direct Relief International y conoce a José Manuel Navia, un encuentro fundamental en su trayectoria fotográfica. Gracias a él, se incorpora a la agencia Cover en Madrid en 1993 que dejará en 2001 para comenzar a trabajar como fotógrafo freelance