Victor Burgin es uno de los artistas y escritores más influyentes de la actualidad. Saltó a la fama como figura clave del arte conceptual de finales de la década de 1960. Después de dedicarse a la fotografía en su práctica artística, produjo una serie de ensayos teóricos innovadores que se basaban en la semiótica, el psicoanálisis y el feminismo para pensar en el papel ideológico de las fotografías en la producción de creencias y valores, y en la comprensión de la memoria, la historia, la subjetividad y el espacio.
En la última década, Burgin ha trabajado con imágenes generadas por ordenador y con la cámara virtual. Pero en lugar de aceptar una división radical entre los llamados ámbitos "analógico" y "digital", Burgin ha hecho hincapié en la continuidad de la cámara virtual, las diversas cámaras físicas que se utilizan hoy en día y las imágenes pintadas de la pintura del Quattrocento, todas las cuales tienen su esencia en el sistema perspectivo de representación. Además, Burgin sostiene que ninguna imagen es una mera experiencia óptica: todas las imágenes son esencialmente acontecimientos psicológicos y, por tanto, también virtuales. Inseparables del lenguaje, conforman los espacios psíquicos de la fantasía y la proyección, el reconocimiento y el desconocimiento. Ya sea en páginas, paredes o pantallas, en galerías o en línea, vistas individuales o enjambres de fragmentos de imágenes, las imágenes son el hacer y deshacer de nuestro sentido del yo, y del mundo que nos rodea. Este libro nos permite trazar la evolución de lo que fue y es la cámara, y cómo deben entenderse sus efectos.
