El primer número de Eñe está dedicado a La Noche y ha sido ilustrado por Eduardo Arroyo, quien ha realizado la portada y cuatro dibujos interiores. Diversos aspectos de La Noche son tratados en los textos por doce autores.
En la boca del lobo, por Guillermo Fadinelli. El México DF más sórdido, el que reúne cada noche en los peores antros de la ciudad a perdedores, desheredados, delincuentes y otras gentes de mal vivir. Un descenso a los infiernos de la megápolis de la mano del excelente narrador mexicano.
No podemos salir de la duda, por Gustavo Martín Garzo. El miedo a la oscuridad de un niño que recuerda a su hermano muerto y que revive los veranos de su infancia en un pueblo castellano.
La noche del 9 de septiembre, por Alfredo Bryce Echenique. Un sofocante verano en El Escorial, en el que un par de escritores se escapan una noche a la ciudad semidesierta para olvidar la excesiva placidez del campo.
Buenas noches, por Czeslaw Milosz. Un delicado poema, inédito hasta el momento en español, del premio Nobel polaco.
La Pelea, William Hazlitt. Un combate de boxeo en la Inglaterra de principios del siglo XIX, descrito por un particular cronista de la época.
Y además, una aventura noctámbula urbana de Soledad Puértolas; las noches del Hollywood de los 50 según Sammy Davis Jr; las obsesiones de David Foster Wallace; una noche de póker con Juan Bas; la ópera en un pequeño ensayo de Slavoj Zizek; las largas horas de trabajo nocturno en una gasolinera perdida -en un relato de Fernando Alfaro (compositor y letrista del grupo Chucho)- y la noche canalla de Benjamín Prado.
Secciones fijas
Diario de Eñe, Lorenzo Silva recoge los meses previos a la salida del número.
Biblioteca particular: Sergio Pitol habla de sus libros preferidos, los que conformaron su amor a la literatura y le empujaron a dedicarse a ella.
Preestreno: En este primer volumen se incluye un adelanto de la nueva novela de Chuck Palahniuk, Error humano.
